¿Qué deriva? / ¿A qué peligros estamos expuestos? / ¿Qué significa regresar? / ¿Quiénes están distraídos? / ¿Estamos todos juntos?
Por otro lado, es cada vez mayor el número de pasajeros que ven este ir a la deriva como una oportunidad sin precedentes, para alejarse de la esclavitud y el sufrimiento del pasado y avanzar en busca de la tierra prometida de la libertad y la felicidad. Cada día se abren nuevas posibilidades en el horizonte. El hambre de una nueva espiritualidad es un signo de esperanza. El deseo de justicia, paz y cooperación es alentador. Las nuevas voces desde abajo y la globalización de la compasión hacia quienes están más necesitados son prometedoras. Se reconocen los peligros del individualismo. Y la nueva ciencia nos proporciona un mapa del lugar donde estamos y adónde podríamos ir.
¿Oportunidad? / ¿Qué esclavitud? / ¿Qué sufrimiento? / ¿Se te ocurren otras posibilidades?
Los peligros y las amenazas siguen estando presentes. El barco tiene ya una vía de agua, y mientras algunos están tratando de reparar la brecha, otros, en su ceguera egoísta están produciendo nuevas brechas y hacen caso omiso de los icebergs que tenemos delante de nosotros. No hay ninguna tempestad. La naturaleza no es hostil. La tormenta ha estallado a bordo entre los mismos pasajeros, porque cada uno quiere cumplir ciegamente su propio programa.
¿Cuál puede ser la vía de agua? / ¿Quiénes tratan de reparar la brecha? / ¿Quiénes producen nuevas brechas?...
Pero ¿quién lleva el timón de este barco? ¿Quién tiene el control: las fuerzas del mercado, los ejércitos, el gran imperio americano, la pura casualidad, Dios,….?
¿Qué es el timón del barco? / ¿Quién crees que lo lleva?
Metáfora tomada del libro de Albert Nolan "Jesús, hoy. Una espiritualidad de libertad radical" y que a veces utilizó como dinámica para realizar una lectura compartida de la realidad.
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