Credo humanista

En su libro “El humanismo como utopía real” Erich Fromm formuló el “Credo de un humanista”. Me parece una idea interesante, no para reproducir sus palabras, sino para adaptarla a estos momentos de crisis, en los que los gritos de tanta víctima inocente, particularmente esos 4 millones largos de parados en nuestro país, reclaman una alternativa urgente a un sistema que se manifiesta incapaz de garantizar una vida digna a la inmensa mayoría de personas. En tiendo que, previo a describir los rasgos de ese nuevo modelo de sociedad, es el definir unos rasgos de la persona, capaz de protagonizar el nuevo orden que todos anhelamos, en ese sentido apunto el siguiente decálogo, fruto del trabajo en el Seminario de Lectura de la Realidad y, en particular de las aportaciones de F. Felipe:

1. Una persona que cree en el amor y en el futuro.
2. Una persona democrática, es decir, que reconoce al otro en su inviolable dignidad.
3. Un ser solidario, que reconoce la igualdad fundamental de los otros como asunto propio.
4. Un ser libre, no esclavo de las personas, ni de las ideas, sino capaz de tomar decisiones.
5. Un ser lúcido y crítico frente a la sociedad, al colectivo político y religioso.
6. Un ser participativo.
7. Un ser pobre, austero en el consumo, porque toma conciencia de los costes sociales de su consumismo sin control, de la escasez del trabajo y de la marginación social.
8. Un ser tolerante y no-violento, esto es, capaz de alcanzar acuerdos a través del diálogo, de la negociación, y capaz de razonar las convicciones propias.
9. Un ser planetario y ecológico, es decir, capaz de plantearse la opción de calidad de vida para todos, en solidaridad con las generaciones venideras, con los pueblos y con las clases expulsadas a la periferia del desarrollo.
10. Un ser capaz de adoptar el punto de vista de la humanidad y del planeta, en interdependencia con las comunidades nacionales, con la comunidad universal de los pueblos, con los animales, las plantas y toda la creación.