“Son tiempos donde todos están contra todos, donde nadie escucha nadie, tiempos egoístas y mezquinos donde siempre estamos solos” Fito Páez

Páginas

domingo, 8 de septiembre de 2013

LA ESTRATEGIA DEL PP TRAS EL VERANO

W.I. Thomas, sociólogo norteamericano, afirmaba un teorema básico para las ciencias sociales: “Si los individuos definen las situaciones como reales, son reales sus consecuencias.” Es la profecía que se autocumple. Y parece ser que es la que ha querido adoptar el Partido Popular a la vuelta de vacaciones, para intentar cambiar el rumbo de su destino, marcado por la corrupción, y porque la ideología que subyace a su proyecto y a sus reformas iba quedando cada vez más desnuda ante los ciudadanos.


Y para ello, todos los líderes del PP, repitiendo la consigna bien aprendida, y asumida en base al principio de jerarquía y mando que preside su vida interna, ha empezado a repetir que vivimos en un país maravilloso, que estamos saliendo de la crisis, que las reformas han sido maravillosas y están dando frutos, incluso que están cumpliendo su programa electoral. No sólo quieren convencernos de que son un partido de éxito, sino que el éxito limpia toda mancha y pecado. 

Y ese es el martilleo que repiten erre que erre. Pero ahí está, para quien quiera verla, la realidad tozuda, tal y como es, tal y como la percibimos: el paro, la precariedad, la pobreza, la miseria, la desesperación…. Y aquí conviene recordar que no hay más ciego que quien no quiere ver; y eso vale tanto para políticos como para los ciudadanos en general. Y esto viene a cuento porque a nadie le gusta que las cosas vayan mal, y a la inmensa mayoría le rechina el tener que tomar decisiones y compromisos para cambiar las cosas; eso lo sabe muy bien el poder. Por ello, la inmensa mayoría tiene la tentación de creerse que las cosas van bien, o irán, y así tranquilizar la conciencia por su no asunción de decisiones y responsabilidades. Un mundo perfecto para que siga avanzando la profunda putrefacción que está corroyendo las bases de nuestra humanidad y de nuestra convivencia. 

Por eso, creo que a la estrategia del PP se le puede catalogar mejor con esa cita que se atribuye a Lenin: "Una mentira repetida muchas veces se convierte en una gran verdad”. Así que han considerado que lo mejor es mentir, que para tapar las mentiras gordas sobre la corrupción no hay mejor estrategia que mentiras más gordas sobre la evolución de la economía.

Pero hete aquí que la realidad siempre da oportunidades para convertirse a la humildad: la derrota de Madrid ante Estambul y Tokio, en la carrera por organizar los Juegos Olímpicos en 2020 (y de paso seguir considerando todo como mercancía), convertida la por el propio PP, en la que estaba en juego nuestra credibilidad, el reconocimiento por el éxito de sus políticas (apelan a las felicitaciones de Obama, del Banco Central Europeo…). Oportunidades que una vez más parece que no se quieren aprovechas: así la elección se califica de tongo; se sigue achacando el fracaso a la política exterior del gobierno del PSOE… en fin, todo menos mirar de frente a los ojos a la realidad desnuda.