“Son tiempos donde todos están contra todos, donde nadie escucha nadie, tiempos egoístas y mezquinos donde siempre estamos solos” Fito Páez

Páginas

martes, 24 de mayo de 2011

Freire y el 15M: DEL SUEÑO, NECESIDAD INDISPENSABLE, A LA LUCHA (ii)

 No podemos existir sin interrogarnos sobre el mañana, sobre lo que vendrá, a favor de qué, en contra de qué, a favor de quién, en contra de quién vendrá; sin interrogarnos sobre cómo hacer que germinen las posibilidades de transformación que encierra la realidad, y que antes de esta movida no acabábamos de percibir, o nos parecían inviables. Posibilidades que Freire definía como lo “inédito viable”, y que exigen que luchemos por ellas.

No cabe duda de que la lucha del movimiento ¡Democracia real ya! tiene mucho que ver con el emerger de esas posibilidades de transformación, y también con eso que P. Freire llamaba “lucha democrática contra la malignidad del capitalismo”, dimensiones que implican “soñar y luchar por el sueño…”. Sueño que hoy concretamos en expresiones como “otro mundo posible”, “democracia real” y no meramente representativa”, etc. Incluso podemos hablar de socialismo, “depurándolo de sus distorsiones autoritarias, de sus disgustos totalitarios, de su ceguera sectaria”, para conectar con corrientes liberadoras que vienen de lo profundo de la historia.
Soñar es una tarea irrenunciable y, en estos tiempos de pensamiento único, un quehacer que debe huir de certezas excesivas, a fin de presentarse con humildad frente a las clases populares, sin grandes seguridades, haciendo valer aquello que dejo escrito A. Machado: “Tu verdad no, la verdad, vamos juntos a buscarla, la tuya quédatela”.
Actitud humilde de búsqueda que presenta otro valor importante, no en vano “la respuesta de los oprimidos a la violencia de los opresores se encuentra infundida de anhelo de búsqueda, del derecho de ser”, ya que esa violencia de los opresores, hace de los oprimidos hombres y mujeres que se les impide ser.
Al tiempo que comprendemos la profundidad e importancia de esta búsqueda de los oprimidos, hemos de ser conscientes de que su sueño emerge en una realidad conflictiva, en la que existe opresión, explotación y dominación, aunque a veces sus raíces queden desdibujadas en la complejidad de esta sociedad mediática, y que nos plantea una cuestión que, en nuestras sociedades de democracia representativa, parece haber quedado difuminada: que la clase que oprime, no puede liberar ni liberarse; sólo los oprimidos, liberándose, pueden liberar a los opresores.
El opresor se deshumaniza al deshumanizar al oprimido; los opresores, violentando y prohibiendo que los otros sean, no pueden a su vez ser. Podríamos decir que “no soy si tú no eres y, sobre todo, no soy si te prohíbo ser”.
Por el contrario, la lucha contra la opresión humaniza no sólo a los oprimidos, sino también a los opresores, ya que los oprimidos, luchando por ser, retirando el poder de oprimir y aplastar, restauran la humanidad que habían perdido los opresores en el uso de la opresión.

No hay comentarios:

Publicar un comentario