El mecanismo de pago previsto señala que si, en la fecha prevista para el primer año (7 de marzo de 2012) la cotización de todos los componentes de la cesta es superior o igual al 100% del valor inicial se paga un 7% y se cancela la imposición. Si no se cumple, se sigue hasta la misma fecha del 2013, y si la cotización de los componentes es igual o superior al 100% del valor inicial, se paga un 14% y se cancela. Si no se cumple, aún hay otra oportunidad, pues si el 07/03/2014 la cotización de la cesta es superior o igual al 100% del valor inicial, se paga el 21% y se cancela; si no se devuelve únicamente capital íntegro invertido.
La rentabilidad máxima será del 6,98% TAE, y se producirá si la cotización de los 3 componentes evoluciona por encima del 100% del valor inicial, en el primer año. Además, en su propaganda la citada entidad señalaba “La evolución de las cotizaciones ha tenido una evolución muy positiva en los últimos meses. El precio del café se incrementó un 34%, (…) el del azúcar se incrementó un 61% (…) y el del maíz un 38%”.
Tenemos pues, un claro ejemplo de cómo hacerse rico con el hambre de los demás, o de cómo los bancos juegan a enriquecerse con el hambre del mundo. Esta especulación con los alimentos está siendo una de las causas “modernas” de que la gente muera de hambre, mientras los bancos hacen su agosto en los alimentos. Una especulación causada por los mismos banqueros, fondos de inversión y actores financieros que ya causaron la crisis hipotecaria de las sub-prime en los mercados financieros globales y que, para más INRI, en muchos casos tuvieron que ser rescatados con fondos públicos.
Se trata de una especulación cuyo objetivo es el de subir los precios mundiales de los alimentos, y que ya ha convertido al mercado mundial de los alimentos (que además del azúcar, el café y el maíz incluye otros productos como el cacao, los zumos de frutas, la carne y otro montón de alimentos básicos) en el nuevo mercado mundial especulativo, junto a los del petróleo, el oro o los metales.
La rentabilidad máxima será del 6,98% TAE, y se producirá si la cotización de los 3 componentes evoluciona por encima del 100% del valor inicial, en el primer año. Además, en su propaganda la citada entidad señalaba “La evolución de las cotizaciones ha tenido una evolución muy positiva en los últimos meses. El precio del café se incrementó un 34%, (…) el del azúcar se incrementó un 61% (…) y el del maíz un 38%”.
Tenemos pues, un claro ejemplo de cómo hacerse rico con el hambre de los demás, o de cómo los bancos juegan a enriquecerse con el hambre del mundo. Esta especulación con los alimentos está siendo una de las causas “modernas” de que la gente muera de hambre, mientras los bancos hacen su agosto en los alimentos. Una especulación causada por los mismos banqueros, fondos de inversión y actores financieros que ya causaron la crisis hipotecaria de las sub-prime en los mercados financieros globales y que, para más INRI, en muchos casos tuvieron que ser rescatados con fondos públicos.
Se trata de una especulación cuyo objetivo es el de subir los precios mundiales de los alimentos, y que ya ha convertido al mercado mundial de los alimentos (que además del azúcar, el café y el maíz incluye otros productos como el cacao, los zumos de frutas, la carne y otro montón de alimentos básicos) en el nuevo mercado mundial especulativo, junto a los del petróleo, el oro o los metales.
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