“Son tiempos donde todos están contra todos, donde nadie escucha nadie, tiempos egoístas y mezquinos donde siempre estamos solos” Fito Páez

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jueves, 31 de enero de 2013

Ábrete Sésamo. La financiación ilegal del PP.

Conforme vamos descubriendo la trama de los sobresueldos y la financiación ilegal del PP, crece la indignación, pero también la impotencia, de la ciudadanía.

Son tantas y tantas las explicaciones que hay que dar, y las acciones que hay que emprender, que nos sentimos desbordados, pero también entrevemos cambios en radicalidad, a no ser que abdiquemos de nuestra responsabilidad de ciudadanos y, por tanto, de nuestra libertad y nuestra dignidad como personas.

Hay muchas cosas que ya podemos empezar a realizar. Desde firmar iniciativas para solicitar la dimisión y convocar elecciones, a protestar ante la sede del PP, a denunciar, a hablar con los vecinos… pero sobre todo, perder el miedo y tomar nuestro protagonismo: nada servirá si se reproducen las condiciones, si seguimos callando o envidiando a estos ladrones por que no ser nosotros quienes nos aprovechemos…

Pero también necesitamos la verdad, es la condición necesaria para reconstruir un tejido social corrompido, y emprender una senda diferente que nos libere de este yugo y esta burla permanente que nos hipoteca.

Y entre esa verdad necesitamos saber de dónde provenían esos dineros, y en razón de qué; saber si esta contabilidad, creativa y ensobrada, se repetía en otros niveles del Partido Popular (en el ámbito autonómico, local….) y necesitamos, finalmente, conocer dónde están esos dineros para que vaya a para a las víctimas de la crisis….

También necesitamos que las leyes creadas para encubrir a estos defraudadores, como la amnistía fiscal de Montoro, sean declaradas nulas y se penalice a los promotores de las mismas, a fin de poder aclarar las cosas y recuperar el dinero.

Esas son algunas de las claves para abrir esa cueva de Alí Babá y destruirla para siempre.
Y, ello sin pecar de ingenuos, nos encontramos sólo ante la punta de un iceberg que descubrimos debido a un conflicto y una  lucha de intereses en el PP, y a la labor sagaz de algunos periodistas, pero nuestras sensaciones son que hay mucho más, aunque de momento no se pueda demostrar.

martes, 29 de enero de 2013

Los Miserables (TV3 - Polonia) Enero 2013

Mariano Rajoy se convierte en el protagonista de "Los miserables", un musical sobre la corrupción que se reproduce toda la península. El presidente, acompañado del ministro de Justicia Alberto Ruiz-Gallardón, intenta sacar adelante la Ley de Transparencia. Pero no les será fácil, viendo cómo está el panorama.

Gag del programa Polònia emitido el 17/01/2013 en TV3.



jueves, 24 de enero de 2013

¿La reforma laboral está consiguiendo sus objetivos?


Hoy hemos conocido los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) y la reacción del PP, gobierno y partido, es de afirmar que se están cumpliendo los objetivos de su reforma laboral. 
Y, ciertamente, se están cumpliendo. En concreto, convirtiendo a la inmensa mayoría de los trabajadores en nuevos esclavos al servicio del capital, dado que la precariedad, el precariado es la nueva esclavitud del siglo XXI, tal como afirmaba en un libro Rafael Díaz Salazar (Trabajadores precarios. El proletariado del siglo XXI. Ediciones Hoac. Madrid 2003). 
Y lo han conseguido llevando el nº de parados a su máximo histórico, 5.965.400 de personas en paro y que supera los 6 millones debido a la creciente emigración de jóvenes, ejercito de parados convertidos en rehenes del capital para chantajear a los trabajadores y a sus sindicatos, para destruir cualquier logro o conquista social en el campo laboral. Y rehenes ante la sociedad para destruir cualquier atisbo del estado de bienestar, es decir, todos aquellos derechos y salarios sociales vinculados fundamentalmente al trabajo. 
Este aumento del paro, además, es selectivo: se destruye empleo fijo y se crea trabajo precario; se cambia trabajo decente por trabajo basura. Los datos no dejan lugar al error: El número de ocupados desciende en 363.300 personas en el cuarto trimestre de 2012; se destruyen 91.000 empleos fijos; el empleo a tiempo completo baja este trimestre en 473.400 personas, mientras que el número de ocupados a tiempo parcial sube en 110.100… 
Esclavitud y chantaje que se hace más visible si contemplamos las cifras por hogares. Transcribo los datos ofrecidos por la nota de prensa del propio Instituto Nacional de Estadística:

  • El número de hogares que tienen a todos sus miembros activos en paro se incrementa en 95.800 y se sitúa en 1.833.700. 
  • El número de hogares en los que todos sus miembros activos están ocupados desciende en 187.300, hasta 8.334.300.

En comparativa anual, los hogares con todos sus activos en paro crecen en 258.700, mientras que los que tienen todos sus activos ocupados disminuyen en 511.700. 
Tienen razón pues los políticos del PP al afirmar que los objetivos de la reforma se cumplen. Los trabajadores son el sacrificio que ofrecen al dios dinero, en forma de capital (empresarial, financiero,…) . En contrapartida, este poderoso Dios ofrece a los políticos importantes gratificaciones en forma de corrupción. 
A veces veo a tertulianos que siguen defendiendo la buena fe de los políticos del PP, de que creen que este es el camino,…. Pero vamos, se olvidan de que los partidos son servidores de intereses concretos, que están posicionados en esta lucha de clases que, como afirma Murdoch, es el estado en que nos encontramos y de momento van ganando ellos.

LA CORRUPCIÓN PÚBLICA

Mariano Berges, profesor de filosofía
Artículo aparecido en “El Periódico de Aragón” en fecha 19-1-13
En el breve tiempo transcurrido de 2013 han aparecido en los medios de comunicación muchísimos casos de corrupción pública: casos Pallerols, Díaz Ferrán, Baltar, Güemes, Rato, las cuentas suizas de Bárcenas y su redistribución entre los jefes del PP, las cuentas y negocios de los Pujol... Habiendo dejado atrás el gravísimo asunto de los ERE andaluces, la trama Gurtel y los pelotazos urbanísticos de los años 90 y primera década del actual siglo. Me planto aquí para no aburrir y tener espacio para la reflexión.
La corrupción se da en España en todos los sectores y de todos los colores. Y no es de ahora sino de siempre. Ya Séneca decía que «La corrupción es un vicio de los hombres, no de los tiempos». La corrupción puede ser privada (cualquier comportamiento desleal, incluido el no trabajar) o pública (el político y/o funcionario que recalifica especulativamente un solar para beneficio particular). Lógicamente es la corrupción pública la que tiene mayor repercusión, al utilizarse perversamente los instrumentos públicos por parte de quienes tienen encomendada la tarea de administrarlos adecuadamente. Son innumerables las veces que se ha intentado neutralizar la corrupción pero con poco éxito. A veces, incluso, se complejiza tanto el procedimiento administrativo que el resultado es la demora de los actos administrativos sin conseguir avances significativos en la transparencia final. Un ejemplo es la actual Ley de Contratos. Los que tienen medios violan la ley, sea sencilla o compleja.

Y es que la mera modificación de normas y leyes no funciona sin una ética política que sea el principio rector de los actos públicos. Y quien verifica la ética es el pueblo soberano. Pero no nos engañemos, la ética política es ética pública, mucho más compleja que la ética privada. Y sobre esta cuestión, ha sido Maquiavelo quien mejor ha teorizado planteando el conflicto que puede surgir entre la moral que conviene a la vida privada y la que conviene a la vida pública, que no siempre coinciden. “El fin justifica los medios” es una de las expresiones más citadas, y también una de las más manipuladas y tergiversadas. Ciertamente existen “razones de Estado”, aunque no hay que abusar de ellas. No es fácil parametrizar la ética pública.
Observamos con preocupación que no se percibe ninguna actitud firme para acabar con la corrupción pública. Es más, la percepción social de la corrupción por parte de los españoles es de bastante comprensión. Algo así como “qué haría yo si tuviese esas oportunidades y creyese que no me iban a pillar”. Tenemos un amplio refranero español que comprende y ampara ese tipo de debilidades humanas. Además, los grandes corruptos crean la opinión de que todo es igual y que todos somos iguales, las pequeñas corruptelas y los grandes pelotazos. Y, con frecuencia, los medios generalizan y estandarizan todo tipo de “debilidades”. Incluso, con muchísima frecuencia (casi siempre), las pequeñas corruptelas o delitos son ilegales y debidamente castigados, mientras que las grandes corrupciones son legales o prescriben o son anuladas por pruebas ilegales o son ventajosamente negociadas con la fiscalía. Siempre ha habido clases.
La gente poco analítica suele condenar mayoritariamente la corrupción política, frente a otros tipos de corrupción, pero hay muchas corrupciones que no son políticas y pasan desapercibidas. Por ejemplo, es cierto que el político dirige, pero es el funcionario quien provee los procedimientos y elabora las propuestas de resolución y debe velar por la observancia del principio de legalidad. Los que hemos gestionado públicamente sabemos que «no hay políticos corruptos sin funcionarios permisivos».
¿Qué hacen los partidos políticos para atajar la corrupción pública? Poco o nada. Al menos, hasta ahora, no ha habido avances significativos. Ni siquiera han sido capaces de apartar de sus listas o puestos públicos a aquellos sobre los que hay indicios serios y graves de su conducta delictiva o poco ética. Apelar al “principio de la presunción de inocencia” no deja de ser muchas veces una excusa para no cumplir con el principio ético de todo representante público. Porque si esperamos a una sentencia firme, la dilación temporal se convierte en un premio para los delincuentes con medios suficientes para recurrir una y otra vez hasta llegar a la prescripción o “negociación formal con la fiscalía”. Y esto, en medio de la crisis que nos rodea, genera desafección, si no indiferencia y apatía, que es mucho más grave.

viernes, 18 de enero de 2013

Intereses de la guerra en Malí


Acabo de recibir esta opinión de un cooperante sobre Malí, y me parece adecuado compartirla, pues a pesar de su brevedad, resulta un interesante punto de vista para contrastar con otras informaciones que recibimos.

Lo que ha provocado el actual conflicto en Malí es la gran bolsa de petróleo y gas de su zona norte. Soy cooperante en ese país desde el 2008 y algo conozco de este asunto. La negativa a pagar un céntimo a los tuareg, legítimos propietarios de los recursos allí encontrados, es lo que motivó que la oligarquía maliense, alentada por petroleras americanas (y europeas al acecho) forzara un golpe de Estado en marzo del 2012 que derrocó al presidente legítimo del país, que ya negociaba con los tuareg. De hecho, la prensa publicó en diciembre de 2011 que EEUU había desplegado destacamentos militares en la zona. Así matan dos pájaros de un tiro: comercio de armamento más explotación del crudo. 
A las dictaduras en Latinoamérica han seguido otras intervenciones militares (Irak, Afganistán, Libia, ahora Malí) donde a los suculentos dividendos del comercio de armas se une el control de las grandes reservas de hidrocarburos. Esta guerra se podría haber evitado de haberse respetado la negociación con los tuareg, pero es más rentable cortar el proceso para fomentar la rebelión independentista tuareg. Ahora se presentan los aliados como los liberadores del demonio fundamentalista, cuando son generadores y directores en la sombra de este ataque a la dignidad de las personas. Decenas de miles de familias malienses han sido desplazadas por la guerra hacia el sur y están pasando calamidades, con cientos de niños muriendo cada semana a causa de la malnutrición que generó la sequía de tres años que ha finalizado este verano, y que ha agravado esta guerra neocolonial.

Lunes, 14 de enero del 2013 Julio Tapia Yagües (Benalmádena-Málaga) cooperante,  Publicado en ENTRETOS.

Para más información:

¿Quiénes son los tuareg y con qué objetivos luchan?


domingo, 13 de enero de 2013

¡FELIZ AÑO NUEVO!


Artículo de Mariano Berges aparecido en “El Periódico de Aragón” en fecha 5-1-13
 
¿Por qué repetimos esta utopía y ucronía tan machaconamente? Sabemos que hoy (cronos / tiempo), en España (topos / lugar), es difícil ser feliz y, sin embargo, invitamos y deseamos a nuestros próximos que lo sean. ¿Es ironía o apertura al infinito?

El análisis que podemos hacer sobre la felicidad es muy variado y complejo, ya que son varias las disciplinas que la estudian: la Filosofía estudia su concepto y realidad; la Psicología estudia los factores endógenos del individuo que hacen posible la felicidad; la  Sociología se ocupa de analizar qué factores sociales son necesarios para ser feliz; la Antropología muestra cómo conciben la felicidad las distintas culturas; para las religiones teístas la felicidad sólo se logra en la unión con Dios. Como factor común y general podemos decir que todas las disciplinas conciben la felicidad como un estado de ánimo que se produce en la persona cuando cree haber alcanzado una meta deseada.

Hagamos un brevísimo recorrido conceptual. Posiblemente, el autor que más y mejor ha trabajado el concepto de felicidad haya sido Aristóteles. Dice que todos estamos de acuerdo en que queremos ser felices, pero en cuanto intentamos aclarar cómo podemos serlo empiezan las discrepancias. No obstante, él considera que ser feliz es autorrealizarse, alcanzar las metas propias de un ser humano (eudemonismo).  Otro autores  griegos conciben la felicidad como ser autosuficiente (cínicos y estoicos) o evitar el sufrimiento mental y físico (Epicuro y hedonistas). Ya en la Modernidad, Kant no garantiza la felicidad al hombre moral, sino que la remite a Dios. Dice que “la moral no es propiamente la doctrina de cómo hacernos felices, sino de cómo debemos hacernos dignos de la felicidad”.  Cuestión compleja y fascinante. Si llegamos a perspectivas más actuales, según la Declaración de Independencia de los Estados Unidos de Norteamérica la misión de los Gobiernos es la provisión de Seguridad y de Felicidad. El psiquiatra Luis Rojas Marcos llega a la conclusión de que, a pesar de todo, la mayoría de las personas se consideran felices la mayor parte del tiempo. El filósofo Alfredo Fierro entiende que la ciencia o arte del vivir feliz se extiende a una práctica y una ética de la feliz convivencia, privada y pública.

Hay dos disciplinas que tratan en profundidad sobre la felicidad. Son la ética (dimensión individual) y la política (dimensión pública). Ambas son innatas al ser humano y necesarias para su autorrealización. No sería mala idea pedir a los políticos que se dedicaran a ser felices y que procuraran la felicidad al resto de sus conciudadanos. Muchas veces he pensado que a los políticos debería juzgárseles por lo que son y no por lo que hacen (sí, no me he equivocado). De esta manera podrían decidirse a ser y, siendo, estarían posibilitados para hacer. También he pensado que el político debería preocuparse menos de la gente y más de sí mismo (tampoco me he equivocado). Quizás así nos enteremos de quién es quién. En el fondo, la gente normal solo pide que le dejen vivir. Su vida la pone él. Porque, tras la muerte de Dios, los políticos han querido ocupar su lugar. Vamos a peor, Dios era más dios.

No esta garantizada ninguna relación causa-efecto entre la acción moral y la felicidad. Algunos dirán que más bien al contrario, ya que hay muchos ejemplos de delincuentes y corruptos no condenados, ni siquiera socialmente. Algunos llegan a preguntarse si es rentable, al menos psicológicamente, ser honesto o buena persona. Lo que conllevaría un cierto tipo de felicidad personal o íntima. Pero la felicidad no es algo simple, ni teóricamente, como hemos visto, ni prácticamente. Porque nadie es feliz sin los otros, ya que la felicidad dejó de ser asunto solo privado para pasar a ser cuestión también pública, política y civil. El ímpetu revolucionario en los dos pasados siglos podía transformarlo todo en bien de todos. Y, de hecho, así lo hicieron: transformaron todas las desdichas y miserias en bienestar de todos y cada uno, siguiendo al pie de la letra el principio marxiano “los filósofos se han contentado hasta le fecha con interpretar el mundo, ahora es preciso transformarlo”. Hay, pues, no solo un cierto derecho, sino también una cierta obligación de ser felices y hacer felices a los demás.

Aunque no son buenos tiempos para la épica ni para la revolución, desistir de ello no lleva forzosamente a abdicar de cualquier práctica transformadora. Ninguna acción de rebeldía y transformación es inútil. Pues bien, amable lector, sea usted feliz, dentro de un orden (constitucional, por supuesto).
Mariano Berges, profesor de filosofía

viernes, 4 de enero de 2013

¿Qué queda del 14N?


Parece que después del 14 N sus principales convocantes están de vacaciones navideñas, unas vacaciones más largas que las que vergonzosamente disfrutan diputados y senadores. Las jerarquías de CC.OO y UGT, Toxo y Méndez, parecen estar desaparecidos después de la huelga general del 14 de noviembre.
Esta ausencia, en un escenario en el que la situación de los trabajadores y de la sociedad española no ha perdido ni un ápice de dramatismo,  parece justificar esa sospecha de que las convocatorias, a toque de pito, desde las cúpulas de CCOO y UGT, no son sino una liturgia con la pretenden justificarse, escenificando una oposición a las políticas del gobierno, mediante una coreografía plagada de pendones y banderas, que aparte de un trasnochado militarismo recuerda movimientos de nefasto recuerdo.  Tras todas esas parafernalias, día a día se demuestra que no existe voluntad alguna de una lucha sostenida, de una lucha que vaya a socavar las raíces profundas de las injusticias que azotan a las clases populares, en general, y a la clase obrera en particular.
Importan, en este momento, poco las razones para ello, (complicidad con el sistema y sus políticas; falta de voluntad; estar atrapados por las entidades financieras; unas estructuras de cuadros burocratizadas y que sólo pretenden salvar su sillón…). Lo que importa es que la clase obrera ha de aguantar la más tremenda agresión, después del golpe de estado que acabo con la república e instauró la dictadura,  sin que las principales organizaciones sindicales se decida a defenderles, asumiendo el estado de excepción en que vivimos, y que desenmascara las políticas de negociación sin participación, y reclama participación, movilización y revolución.   Ya que nos encontramos en un punto álgido de la lucha de clases (expresión desaparecida del lenguaje sindical), como ponen de manifiesto la creciente desigualdad entre capitalistas y trabajadores; y la creciente explotación en que se basa.
No nos puede engañar el lenguaje, no son reformas, políticas de austeridad o recortes, son agresiones a los derechos básicos de los trabajadores y trabajadoras con la única pretensión de aumentar la explotación.
Las contradicciones de los sindicatos, en este caso principalmente los mayoritarios, parecen resolverse con su opción por aferrarse al sistema y sus privilegios, abandonado a la clase obrera, a la que no pueden dejar de hacer algún guiño, pues no en vano sus privilegios descansan en buena parte en su capacidad para domesticarla. Por eso prefieren ser políticamente correcto antes de aparecer como anti sistema, prefieren la negociación a la movilización, prefieren los tecnócratas que la participación,… Tanto es así que cada día más gente ya no los identifica ya como uno de los nuestros, como de la clase obrera, de los trabajadores, de los pobres… sino como una parte más del sistema al que es necesario combatir para poder defender nuestros derechos y conquistar aquellos necesarios para una democracia que haga posibles los tres elementos de la revolución francesa: libertad, igualdad y fraternidad (solidaridad). 

La situación de la clase trabajadora en España


Este artículo hace un breve resumen del informe sobre la situación de la población trabajadora en España con datos comparativos con otros países de semejante nivel de desarrollo económico.
El Instituto de Política Económica (The Economic Policy Institute) de EEUU es uno de los centros de análisis económicos más rigurosos existentes en aquel país. Sus informes tienen gran impacto en el establishment político del gobierno federal. Y sus trabajos tienen gran resonancia en los mayores medios de información estadounidenses. Publica cada dos años el informe The State of Working America, en el que analiza la situación de la población trabajadora en EEUU. Es, sin lugar a dudas, el estudio más elaborado y detallado del mercado laboral así como de las condiciones del trabajo en EEUU.
Incluye también datos internacionales que permiten comparar la situación de la población trabajadora, no sólo en EEUU, sino también en los países de la UE-15 así como en Canadá, en Australia, en Japón, en Noruega y en Suiza, países todos ellos de semejante nivel de desarrollo económico que EEUU. Sería de desear que tal informe se tradujera al español pues tiene gran cantidad de información relevante para España. Es hoy en día el estudio más detallado que existe de la situación laboral y social de la población empleada en aquellos países, incluida España, y muy en particular de sus clases trabajadoras, permitiendo comparaciones de gran interés.


Muestra por ejemplo que los salarios bajos (la decila inferior de la población empleada) en España son más bajos (un 79%) que los salarios más bajos de EEUU, que es a su vez, uno de los países analizados donde los salarios bajos son más bajos. La decila inferior de la población empleada tiene un salario promedio que es el 47% del salario medio en EEUU. En España es el 60%.
Esta es una de las causas de que pobreza relativa (que es la mitad de la renta media del país) sea, tanto en EEUU como en España, de las más altas (14% en España, 15,7% en EEUU) de aquellos países. La situación es incluso peor entre los infantes. La pobreza infantil es un 23,1% en EEUU y 17,1% en España, siendo estos dos países los que muestran mayor pobreza infantil. El hecho de que la pobreza sea mayor en EEUU que en España a pesar de que los salarios más bajos sean más bajos en España que en EEUU se debe, en gran parte, a que hay más personas empleadas en EEUU que en España, y ello se debe, también, en parte, a que el empleo público (empleo financiado con fondos públicos) es mayor en EEUU que en España, dato que sorprenderá a mucha gente en España, donde la sabiduría convencional económica, de talante liberal, está sistemáticamente equivocada y cree que el empleo público en nuestro país está sobredimensionado. El Estado federal de EEUU, es uno de los empleadores públicos más importante de aquellos países, resultado de la enorme extensión de sus fuerzas armadas y también de la gran extensión de la población reclusa. Si tales sectores de la población empleada no estuvieran empleados, el desempleo en EEUU sería mucho más elevado que el hoy existente (7,7%).

A pesar de tales intervenciones públicas, el hecho es que la pobreza de EEUU es, junto con la de España, de las más elevadas hoy en aquel grupo de países, y ello se debe, además de la pobreza de los salarios en ambos países, a la escasa capacidad redistributiva de sus Estados. Así en EEUU, el 27% de la población sería pobre sino interviniera el Estado federal y estatal (equivalente este último al autonómico en España). Una vez este Estado interviene, la pobreza baja a un 17,3%, es decir un bajón de 9,7 puntos. En España, tal reducción es algo mayor. Debido a la intervención del Estado, la pobreza baja 13,2 puntos, siendo una de las reducciones más limitadas y más bajas, junto a la de EEUU, entre los países estudiados. Como punto de comparación, el Estado francés reduce la pobreza 25,4 puntos, Alemania 23,6 puntos, Finlandia 22,1 puntos, y así un larga lista. El Estado redistribuye muy poco tanto en EEUU como en España. De ahí que sean los países más desiguales dentro del grupo de países analizados.
El Estado estadounidense y el Estado español se caracterizan por, además de ser poco redistributivos, tener escasa sensibilidad social. Sus gastos públicos sociales como porcentaje del PIB (22% España, 18% EEUU) son de los más bajos de la lista de Estados analizados. Francia y Suecia, por el otro lado, son los Estados que tienen mayores salarios y mayor impacto redistributivo de sus Estados, así como mayor gasto público social.

La situación se está empeorando

Hoy, la situación de la clase trabajadora española se está empeorando resultado de las políticas iniciadas por el gobierno Zapatero y acentuadas mucho más por el gobierno Rajoy, y que incluyen unas reformas laborales que tienen como objetivo la reducción de los salarios y unas políticas de austeridad que están recortando el gasto público social, incrementando incluso más su regresividad y escasa vocación redistributiva. Tales políticas se están promoviendo para aumentar la “competitividad” de la economía española y poder estimular las exportaciones que supuestamente sacarán a España de la crisis.
Tal argumento, ampliamente aceptado también por la sabiduría convencional económica neoliberal, olvida que durante estos años de crisis las exportaciones españolas han ido aumentando a la vez que los salarios han ido bajando sin que ello haya repercutido en reavivar y estimular la economía. Y ello como consecuencia de que la recesión existente en España se debe precisamente a la escasa capacidad adquisitiva de la población (resultado de la bajada de los salarios) y a la reducción del gasto público (que contribuye al descenso de la necesaria demanda). La sabiduría convencional que siempre reproduce la visión de los grupos poderosos (tanto en las esferas económicas y financieras, como en las culturales y mediáticas) que dominan la vida política y mediática del país, está profundamente equivocada.