La
poesía de Blas de Otero es una poesía que encaja en estos tiempos; una poesía
para leer en voz alta y ronca; que no casa con voces tenues y melosas; unos
versos que nos contagian en su búsqueda de respuesta, en su desolación ante el
silencio, en su celebración de la vida... En concreto, este Poema Ímpetu
nos transmite entusiasmo ánimo para
encarar al mundo.
Mas no todo ha de ser ruina y vacío.
No todo desescombro ni deshielo.
Encima de este hombro llevo el cielo,
y encima de este otro, un ancho río
de entusiasmo. Y, en medio, el cuerpo mío,
árbol de luz gritando desde el suelo.
Y, entre raíz mortal, fronda de anhelo,
mi corazón en pie, rayo sombrío.
Sólo el ansia me vence. Pero avanzo
sin dudar, sobre abismos infinitos,
con la mano tendida: si no alcanzo
con la mano, ¡ya alcanzaré con gritos!
y sigo, siempre, en pie, y así, me lanzo
al mar, desde una fronda de apetitos.
Blas de Otero
De “Ángel fieramente humano” 1950
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