“Son tiempos donde todos están contra todos, donde nadie escucha nadie, tiempos egoístas y mezquinos donde siempre estamos solos” Fito Páez

Páginas

jueves, 13 de diciembre de 2012

Ir a ninguna parte: el precariado


Bonito tema de Ron Sexsmith “Nowhere To Go” (Ir a ninguna parte) en el que canta que no hay lugar a dónde ir, sino hacia abajo.
Adecuado para escuchar mientras lees y piensas como ese parece ser el destino de los parias del mundo, del nuevo proletariado del siglo XXI, convertido en una nueva categoría social, el precariado, que es la que mejor parece explicar lo que está ocurriendo en estos momentos en el mundo obrero. Y que tiene mucho que ver con esas “Cuatro grandes brechas se dan en cuanto al TRABAJO DECENTE en el mundo”, que indica la OIT:



La brecha del empleo
Hay 180 millones de personas visiblemente desempleadas en el mundo. Detrás de esta estadística escueta y fría hay un mar de miseria humana y de potencial desperdiciado. Esta cifra global no traduce la verdadera magnitud de la tragedia de la cual son víctimas familias enteras. Si consideramos las personas subempleadas, la cifra se dispara a por lo menos mil millones. De cada 100 trabajadores y trabajadoras de todo el mundo, seis están totalmente desempleados de acuerdo con la definición oficial de la OIT, y otros 16 no pueden ganar lo suficiente para que su familia pueda superar el umbral mínimo de pobreza de un dólar por día y por persona. Todos los países, desarrollados y en desarrollo, tienen sus trabajadores y trabajadoras pobres.

La brecha de los derechos
La denegación del derecho a la libertad sindical y de asociación y la incidencia del trabajo forzoso y del trabajo infantil y la discriminación siguen afectando al mundo de hoy. Hay 250 millones de niños y niñas que trabajan en todo el mundo. Por otra parte, las investigaciones en curso en el Instituto Internacional de Estudios Laborales indican que aproximadamente dos países de cada cinco tienen serios o graves problemas en relación con la libertad sindical.

La brecha de la protección
Tan sólo un 20 por ciento de los trabajadores y trabajadoras de todo el mundo estén amparados por una protección social realmente adecuada. Mientras tanto, 3.000 personas mueren cada día como consecuencia de accidentes del trabajo o enfermedades profesionales.

La brecha del diálogo social
Hay un «déficit de representación» en el mundo del trabajo, debido a que, con frecuencia y por diversas razones, los trabajadores y no se han organizado para hacer oír su voz. Especialmente los trabajadores y trabajadoras agrícolas, los domésticos, los del sector público,  los emigrantes,  los de las zonas francas industriales  (en las que trabajan unos 27 millones de trabajadores y trabajadoras en todo el mundo), los de la economía informal… se enfrentan a con obstáculos a la libertad sindical. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario