“Son tiempos donde todos están contra todos, donde nadie escucha nadie, tiempos egoístas y mezquinos donde siempre estamos solos” Fito Páez

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jueves, 24 de noviembre de 2011

Dime de qué presumes (Rajoy), y te diré de qué careces

Los refranes encierran mucho de esa sabiduría popular fruto de una larga experiencia. Y este me vino a la cabeza electoral y las horas siguientes cuando vi al futuro presidente y a sus colegas repetir hasta la sociedad que iban a ponerse a trabajar inmediatamente.
La “sospecha” obedece a varias razones. Primero, porque parece que solucionar los graves problemas que muchas personas padecen como consecuencia de la crisis es fruto de la mera voluntad y esfuerzo de los políticos y, por cuanto conlleva una crítica implícita al anterior gobierno, por su falta de esfuerzo.  En segundo lugar, porque tras una larga campaña de ambigüedad calculada, de colocar los intereses electorales por encima de la “verdad”, y de la necesaria información a los ciudadanos y trabajadores, resulta grotesca esa afirmación.
Además, porque es una visión que trata de esconder que los graves problemas que atraviesan las sociedades europeas no son fruto de la voluntad de los políticos, sino que son resultado de los conflictos sociales, en particular de ese conflicto entre capital y trabajo que en los últimos años se está inclinando a favor del capital, sometiendo no sólo a trabajadores y pequeños empresarios a una explotación que parecía ya desterrada de la historia, sino que a “secuestrado” a los propios políticos, sometiéndolos a sus intereses. Ya se sabe que el dinero es poder, y los políticos, a través de medidas que el PP ha venido y saludando desde los años 80, han permitido vía “desregulación” que los grupos financieros acumularan grandes cantidades de dinero/poder (al tiempo que trabajadores y pymes lo perdían) lo que, finalmente, se ha vuelto contra la propia clase política, que ha visto menguar su capacidad de poder.
Me inquietaron, desde esa perspectiva, otras insistencias del discurso, en concreto,  la permanente insistencia a “todos”, a que se trataba de un proyecto de todos, gobernará para todos... La experiencia nos dice que el anterior mandato fue fuertemente “sectario”: condena judicial de la manipulación informativa, apoyo  a grupos y  asociaciones afines,... O el recurso a que lo primero que iban a hacer era genera confianza en Europa: ¿olvida Rajoy que la actual crisis financiera tiene mucho que ver con las tensiones y conflictos de intereses entre la eurozona y Wall Street y la City (EEUU y Londres)? ¿Olvida que en su anterior etapa de gobierno, cuando era presidente Aznar, junto a quien aparece recientemente, se situó del lado del eje atlántico frente a Europa? ¿Cree que Europa tendrá tan poca memoria como el mismo? ¿Piensa que es la persona más adecuada para generar confianza en un contexto de guerra de intereses?
En fin, el tiempo nos irá descubriendo lo que nos depara. Y ojala que la sabiduría popular no funcione en esos dichos de “otros vendrán que bueno te harán”, o “más vale malo conocido que bueno por conocer”.

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