“Son tiempos donde todos están contra todos, donde nadie escucha nadie, tiempos egoístas y mezquinos donde siempre estamos solos” Fito Páez

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miércoles, 2 de mayo de 2012

Absentismo del personal funcionario, riesgo moral y algunas especies especiales


El “Programa Nacional del Reformas” documento que el gobierno ha remitido a las instituciones europeas sacando pecho de las reformas y recortes realizados y anunciando nuevas actuaciones en el mismo sentido, no en vano Rajoy ha prometido hacerlo todos los viernes.  Ojeándolo, veo que se anuncian reformas de las condiciones de acceso y permanencia en la situación de incapacidad temporal de los funcionarios, algo que se había anunciado y que viene en la línea de desprestigio de la función pública y reducción de derechos de los empleados públicos a que se ha entregado el PP en cuerpo y alma. Pero lo que más me llama es la justificación (pág 93): “el fin de la reforma es reducir el riesgo moral asociados al aseguramiento de las contingencias relativamente comunes, que se traducen en una elevada tasa de absentismo entre los empleados públicos. Los problemas de riesgo moral pueden verse agravados a consecuencia de varios factores: por un lado, durante los tres primeros meses se perciben la totalidad de retribuciones básicas y complementarias”. Sin comentarios. 

Para el PP los funcionarios, como la persona en general, es un ser constitutivamente egoísta, que trata de aprovecharse de las ventajas económicas y, por tanto deben de ser reprimidos. Para ellos, no se trata de que algunos funcionarios abusen de un derecho y, en consecuencia hay que vigilar y exigir su cumplimiento. El problema es que todos son defraudadores e inmorales y merecen ser castigados por ello.
 Lo que me preocupa es que no apliquen este mismo principio en todos los casos semejantes: las grandes fortunas que evaden capitales o que aprovechan los recovecos legales como las Sicav para evadir o pagar menos impuestos. A ellos se les indulta o simplemente se considera que actúan dentro de la legalidad. Hasta tal punto, que el propio ministro de hacienda, C. Montoro, era asesor financiero que aconsejaba estas prácticas; por no hablar del Sr. De Guindos, y sus tropelías financieras.
Tampoco se aplica la misma medida, por ejemplo, a los empresarios que defraudan el salario a sus trabajadores. Os recomiendo pasear cualquier mañana por los juzgados de lo social y fijaros en el contenido de los juicios…. Despidos improcedentes, impagos, fraude en el pago… Sion embargo, ni siquiera es delito, ni siquiera deben pagar una multa… basta con que paguen lo que han defraudado (si es que el juez o jueza se avienen a ello y no lo justifican con enrevesados párrafos leguleyos). También se considera que es un espécimen diferente a los mortales seres humanos. Que son buenos por naturaleza y no han de ser castigados no perseguidos.
Pero aún hay otro espécimen que me sorprende más. Los políticos y la corrupción (sobre todo si son del mismo partido que gobierna, verbigracia, del PP). Ellos no tienen que ser penalizados por el riesgo moral de poder hacer tratos con empresarios económicos o financieros, de favorecer sus proyectos, a cambio de enriquecerse, personalmente o su partido… Es más, si hay riesgo basta con cambiar al fiscal, a los jueces,… el caso es que sigan, pues por naturaleza son buenos y no se equivocan como esos inmorales funcionarios que, según ellos, alargan sus bajas sin que nadie ejerza su función de control. Pero ya se sabe, a final paga poco pelo, se desprestigia la función pública y se exaltan y defienden los negocios privados a costa de la cosa pública.

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