“Son tiempos donde todos están contra todos, donde nadie escucha nadie, tiempos egoístas y mezquinos donde siempre estamos solos” Fito Páez

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sábado, 3 de mayo de 2014

Claves para un compromiso social de los cristianos en Evangelii Gaudium

Este breve texto recoge algunas ideas de cómo esos principio de la DSI, así como las orientaciones del Concilio Vaticanos II, aplicados en el contexto actual, pueden orientar el compromiso de los cristianos.
En el capítulo 4º de la exhortación, el Papa Francisco señala “Ahora quisiera compartir mis inquietudes acerca de la dimensión social de la evangelización precisamente porque, si esta dimensión no está debidamente explicitada, siempre se corre el riesgo de desfigurar el sentido auténtico e integral que tiene la misión evangelizadora”.  (176)
Y lo primero que nos dice es que: “en el corazón mismo del Evangelio está la vida comunitaria y el compromiso con los otros(177). Esta raíz evangélica del compromiso arranca de la propia confesión de fe “Confesar a un Padre que ama infinitamente a cada ser humano implica descubrir que con ello le confiere una dignidad infinita” (178) y nos lleva a reconocer “la íntima conexión que existe entre evangelización y promoción humana… (178).
Así pues, la raíz profunda del compromiso se halla en el mismo núcleo de la fe: “dejarse amar por Dios y a amarlo con el amor que Él mismo nos comunica, provoca en la vida de la persona y en sus acciones una primera y fundamental reacción: desear, buscar y cuidar el bien de los demás (178).

Seguidamente el Papa nos invita a “meditar detenidamente algunos textos de las Escrituras:
§  (Mt 25,40): “Lo que hicisteis a uno de estos hermanos míos más pequeños, lo hicisteis a mí
§  (Lc 6,36-38): “Sed compasivos como vuestro Padre es compasivo. No juzguéis y no seréis juzgados; no condenéis y no seréis condenados; perdonad y seréis perdonados; dad y se os dará […] Con la medida con que midáis, se os medirá”.
Asentado el origen profundo del compromiso, nos aporta otra clave para entenderlo y vivirlo: “El Reino nos reclama”; se trata de una tarea urgente ya que “toda la creación espera ansiosamente esta revelación de los hijos de Dios» (Rm 8,19)”. Y señala el Papa los ámbitos propios del compromiso: “Toda la creación quiere decir también todos los aspectos de la vida humana… todas las dimensiones de la existencia, todas las personas, todos los ambientes de la convivencia y todos los pueblos. Nada de lo humano le puede resultar extraño”.
Recordando el Concilio Vaticano II: “incumbe a las comunidades cristianas analizar con objetividad la situación propia de su país”, plantea “dos grandes cuestiones... fundamentales... porque considero que determinarán el futuro de la humanidad…: la inclusión social de los pobres y, luego, de la paz y el diálogo social”.

La inclusión social de los pobres.

Este compromiso lo plantea desde una doble acción: Oír el clamor de los pobres y responder a través de la solidaridad con sus necesidades.
Oír su voz: Igual que  Dios escucha el clamor de los pobres todos estamos llamados a hacerlo: “no se trata de una misión reservada sólo a algunos: la Iglesia, guiada por el Evangelio de la misericordia y por el amor al hombre, escucha el clamor por la justicia y quiere responder a él con todas sus fuerzas”.
Solidarizarse con sus necesidades: solidaridad que conlleva el mandato de Jesús: ¡Dadles vosotros de comer! (Mc 6,37)” y que “implica tanto la cooperación para resolver las causas estructurales de la pobreza y para promover el desarrollo integral de los pobres, como los gestos más simples y cotidianos de solidaridad ante las miserias muy concretas que encontramos”.
La necesidad de adentrarse en el mundo de la economía y la política
Esta inclusión de los pobres requiere medidas estructurales y actuaciones sobre la economía y la política: “Los planes asistenciales, que atienden ciertas urgencias, sólo deberían pensarse como respuestas pasajeras…La necesidad de resolver las causas estructurales no puede esperar…
Ese tratamiento responde a un diagnóstico: “La inequidad (= desigualdad) es raíz de los males sociales” y “mientras no se resuelvan radicalmente los problemas de los pobres, renunciando a la autonomía absoluta de los mercados y de la especulación financiera y atacando las causas estructurales de la inequidad  no se resolverán los problemas del mundo…”. Para la solución de esos problemas “la dignidad de cada persona humana y el bien común son cuestiones que deberían estructurar toda política económica…”. Lograrlo requiere de la política,  “la política, tan denigrada, es una altísima vocación, es una de las formas más preciosas de la caridad, porque busca el bien común”.

Invitación a cuidar a los más frágiles de la tierra.

El Papa nos llama a: “prestar atención para estar cerca de nuevas formas de pobreza y fragilidad donde estamos llamados a reconocer a Cristo sufriente… en los sin techo, los toxicodependientes, los refugiados, los pueblos indígenas, los ancianos cada vez más solos y abandonados, etc.” sin olvidar un llamamiento especial a los migrantes, exhortando “a los países a una generosa apertura, que en lugar de temer la destrucción de la identidad local sea capaz de crear nuevas síntesis culturales”. Tampoco olvida otras situaciones dolorosas como: la trata de personas; las mujeres, doblemente pobres; los niños por nacer; El conjunto de la creación…
Todos los cristianos estamos llamados a cuidar la fragilidad del pueblo y del mundo en que vivimos.

El bien común y la paz social


 La paz social no puede entenderse… como una mera ausencia de violencia lograda por la imposición de un sector sobre los otros… o como excusa para justificar una organización social que silencie o tranquilice a los más pobres, de manera que aquellos que gozan de los mayores beneficios puedan sostener su estilo de vida… La dignidad de la persona humana y el bien común están por encima de la tranquilidad de algunos que no quieren renunciar a sus privilegios. Cuando estos valores se ven afectados, es necesaria una voz proféticauna paz que no surja como fruto del desarrollo integral de todos, tampoco tendrá futuro y siempre será semilla de nuevos conflictos y de variadas formas de violencia.

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