Reproduzco a continuación la valoración personal de un amigo de la jornada de ayer de huelga general
Nacho Celaya
Hoy,
nos merecemos tiempo para saborear un día como el de ayer, tan especial…
En
la economía nada de nada… pero en nuestro ser ciudadanos, lo de ayer, si
fueron brotes verdes!!!!
Un
día para repasar momentos vividos…, rostros, abrazos y besos
compartidos… A montones… Para limpiar los aperos, rescatar
emociones, preparar equipajes, para revisar nuestras mochilas… Para
rearmar afectos, convicciones, sueños y utopías… y volver a nuestra tarea
cotidiana, con todos los ánimos del mundo, porque juntos somos
invencibles…, porque nos hemos demostrado que es posible.
Ayer
fue un día de emociones fuertes… Me dan igual las guerras de
cifras… Porque es obvio que fue mucha y de calidad, la gente que se unió
a ese grito de dignidad, que supone una Huelga, para decir en voz alta que este
modelo, esta sociedad…, está dolida, jodida, harta, indignada…
quebrada, triste… Y que por este camino, vamos a la ruina social y
económica… Que en menos de un año, han segado siglos de conquistas, de
logros, de derechos… Y, que no vamos a parar. Que queremos apostar por
las personas y no por los mercaderes…
Por
la mañana en la mani… éramos ya… miles de personas, padres, madres,
maestros, chavales… muchos en carrito… Una verdadera marea de
colores, risas y dignidad…
La
de la tarde… Sin palabras… Nosotros, una hora y cuarto después de
las siete, aún no habíamos podido dar un paso… Mientras, la cabecera ya
llegaba a la Plaza Europa… Impresionante… Emocionante…
preciosa… plural… No tengo palabras… Esa mezcla de edades,
situaciones, colores, banderas… diversidad, mareas, personas,
historias… Cantos, gritos, besos, discursos…
¡Es
indescriptible lo que la calle aporta en el imaginario colectivo de la
dignidad…!
Llegué
a casa cansado… Muerto, sin voz… aunque aún me faltaba una ultima
reunión… y esta mañana, tocaba madrugar… Cansado, pero feliz.
Pero
aún me dio tiempo de dar gracias a la vida, como casi todos los días…
Porque es precioso poder construir sociedades libres, con esfuerzos
compartidos… y sobre todo, de acordarme de mucha gente…
En
primer lugar…, de todos los que no han hecho huelga… Y quería
compartir con ellos/as mis emociones…
No
la hicieron… Porque están parados
…
Porque no se pueden permitir perder un día de sueldo
…
Porque el miedo les atenaza
…
Porque sienten en el cogote la amenaza del jefe y saben que su lealtad es la
única puerta para seguir trabajando
…
Porque han perdido la confianza en los sindicatos o las manifestaciones, porque
muchas veces lo hemos hecho muy mal…
…
Porque les aterroriza la incertidumbre
…
Porque piensan que nada va a servir para nada
…
Porque realmente piensan que lo que hay que hacer es trabajar y no reivindicar
la dignidad…
…
Porque pasean por las cunetas del camino o ya… en el pozo de la exclusión
…
Porque no podían faltar a trabajar, con todo el dolor del corazón… y los
piquetes les regalaron su parte más dura, agacharon la cabeza y tiraron para
adelante…
…
Porque ya no tienen motivos para amar la vida
…
Porque viven con fuerza la losa de la resignación
…
Y mi deseo es mandarles hoy, un abrazo fraternal que les llene de
esperanza… esa cara esperanza, que ayer, amigos/as, se respiraba a
borbotones…
También
me acordé de aquella chavala que fuera de si, ayer nos insultaba por el fb,
¿cargada de dignidad y de ética…? diciendo que el resto del mundo…
todos menos ella, casi… Somos cómplices de este sistema y que sólo su
sueño nos logrará sacar del fracaso… Me impresionó la vehemencia y el
odio que destilaban sus palabras… duras palabras… Pero también es
la vida… y también merece respeto.
También
me acordé de esas personas que de manera honesta decidieron ir a
trabajar… amigos… y que son extremadamente duros con los
sindicatos, con el mundo… con los piquetes…, sin embargo les cuesta
percibir con la misma claridad la violencia estructural, el poder de los
medios de comunicación… y acusan a este débil David, que es el
pueblo… poderoso pueblo, cuando camina unido… sin embargo no pueden
percibir como ese Goliat del sistema nos está comiendo día a día la
dignidad…
Por
último me acordé de la desunión en las convocatorias… Yo, también amo la
diversidad, pero añoro, con dolor, esa inteligencia que nos tiene que llevar a
rescatar los sueños comunes, para luchar contra un enemigo, que es
poderoso… y que nos está comiendo, discursos, valores… y ahora,
también vidas…
…
Estoy seguro que la historia, también nos juzgará, por la capacidad que hayamos
tenido de conjugar convicciones y responsabilidad
Me
voy a trabajar feliz, a compartir un día más mi vocación, privilegiado de
mi!!!… con este claustro maravilloso, que ayer era una piña…
grandísima, potente con una fuerza, capaz de mover montañas…
Gracias,
compañeros/as… Gracias
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