“Son tiempos donde todos están contra todos, donde nadie escucha nadie, tiempos egoístas y mezquinos donde siempre estamos solos” Fito Páez

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sábado, 15 de enero de 2011

¡Indignaos! ¡Cabrearos!

“Indignez Vous!” es un librito (folleto) de 32 páginas (diecisiete considerando el texto propiamente dicho) editado por «Éditions indigene» (www.indigene-editions.fr) en una colección llamada “los que marchan contra el viento” (“ceux qui marchent contre le vent”) nombre simbólico, tomado de unos indios norteamericanos, que está teniendo un importante éxito de ventas en Francia.
Su autor es Stéphane Hessel de 93 años, nacido en Berlín en 1917 aunque su familia se trasladó a París cuando tenía siete años. Tras la victoria nazi de 1940 se unió a la Francia libre de De Gaulle en Londres; de vuelta clandestinamente en 1944 al París ocupado fue detenido por la Gestapo y deportado; pasó entre otros por el campo de concentración de Buchenwald. En la posguerra ingresó en la diplomacia y, destinado en las Naciones Unidas, fue uno de los 12 padres de la Declaración universal de Derechos del Hombre de 1948. Ha sido Premio por la Paz de Naciones Unidas y Premio Unesco-Bilbao de Derechos Humanos.
Lo primero que llama mi atención es el éxito de un escrito de carácter político, lo que me da pié a pensar que su contenido conecta con el cabreo general que se viene imponiendo entre muchos ciudadanos, especialmente por las medidas que se vienen adoptando contra la crisis. Además este éxito puede estar relacionado con:
·         la sencillez con que aborda las cuestiones, especialmente la crisis y esa maraña de intereses económicos y políticos que la envuelven, y que no sólo sirve de coartada para proponer unos “cambios estructurales” que no tienen otra finalidad que hacer que “los de abajo” sufran y paguen las consecuencias de una crisis que no han provocado, sino que además hacen que los ciudadanos quedamos reducidos a súbditos de un nuevo absolutismo.
·         la “novedad” de las propuestas, ya que no se limita a repetir ese discurso de inevitabilidad con el que nos machacan los medios de comunicación y los políticos, sino que conecta con la experiencias recientes y contribuye a recuperar la dignidad ciudadana; los elementos clave de esa propuesta serían:
·         La denuncia la actual dictadura internacional de los mercados financieros, que amenaza la paz y la democracia. No estamos sometidas a la ciegas fuerzas del destino y el progreso, sino que existen culpables, enemigos, lo que sin duda contribuye a la indignación y a la resistencia.
·         La indignación ante la injusticia como fuente de conciencia; que es indignación política; la mirada lúcida y la reflexión crítica sobre la realidad; la participación y el protagonismo popular; la insurrección pacífica contra el desprecio al débil, la insolidaridad o la exaltación del dinero;  el rechazo del consumismo y la competencia, etc..
·         Un mensaje creíble de que se pueden cambiar las cosas, apelando a un noble sentimiento que anida en todos nosotros: la rebelión contra la injusticia
·         Además, en la realidad francesa, invoca ciertos resortes sentimentales relacionados con la Resistencia y su lucha contra el nazismo, la guerra mundial, la refundación de la república, capaces de avivar esa indignación
En las siguientes reflexiones intentaré presentar los contenidos destacando dos bloques de cuestiones que, entiendo pueden ser importantes desde un punto de vista del compromiso:
a)   El proyecto político y su pedagogía. A lo largo del artículo el autor vierte una serie de opiniones que, a mi entender, configuran piezas importantes de ese puzle que debemos resoalver, la elaboración de un proyecto político y la pedagogía adecuada para el mismo. En ese sentido destacaría los siguientes elementos:  
·         Importancia de la memoria histórica. Por una parte, recuerda que “El motivo básico de la Resistencia era la indignación”, y que esa indignación fue la les impulsó a oponerse al nazismo, y que le sirve para reivindicar para hoy ese espíritu de indignación contra toda injusticia. Por otra parte, rememora cuestiones programáticas de entonces (educación pública para todos, seguridad social, jubilación digna, que los intereses públicos primen sobre los privados, prensa independiente...) y que a pesar del tiempo transcurrido siguen siendo válidas y defendidas, pues están en peligro
·         Alerta contra la ceguera y contra la indiferencia; admite que hoy los motivos para la indignación están menos claros que en otro tiempo, pues vivimos en un mundo complejo, interdependiente, interconectado, pero llama a educar la mirada “... en este mundo, hay cosas insoportables. Para verlas, hay que mirar bien, hay que buscar. Digo a los jóvenes: buscad un poco, las vais a encontrar. La peor de las actitudes es la indiferencia, decir: yo no puedo hacer nada, a mí ya me va bien. Comportándoos así perdéis uno de los elementos esenciales que nos hacen humanos: la facultad de indignación y de compromiso que es su consecuencia”.
·         Propone una política basada en principios y valores: Invoca los principios establecidos en 1944 por el Consejo Nacional de la Resistencia para la Francia liberada el  Consejo había puesto a punto un programa (...) proponiendo para la Francia liberada un conjunto de principios y de valores sobre los que reposaría la democracia moderna de nuestro país”. Entre ellos cabe mencionar: “El interés general debe primar sobre el interés particular, el reparto justo de la riqueza creada por el mundo del trabajo ha de primar sobre el poder del dinero. La Resistencia propone una organización racional de la economía que asegure la subordinación de los intereses particulares al interés general y rechace la dictadura profesional instaurada a imagen de los estados fascistas”. En ese sentido se desarrollaron otras medidas como:
  • Un programa completo de Seguridad Social, dirigido a asegurar a todos los ciudadanos los medios de existencia en todos los casos en que sean incapaces de obtenerlo por su trabajo;
  • una jubilación que permita a los trabajadores mayores acabar dignamente sus días.
  •   ... la vuelta a la nación de los grandes medios de producción monopolizados, fruto del trabajo común, las fuentes de energía, las riquezas del subsuelo, las compañías de seguros y los grandes bancos;
  • la instauración de una verdadera democracia económica y social, implicando la privación a los grandes feudos económicos y financieros de la dirección de la economía”
  • De esos principios y de esos valores, tenemos necesidad hoy más que nunca. Nos corresponde velar todos juntos para que nuestra sociedad siga siendo una sociedad de la que estemos orgullosos: no esta sociedad de sin papeles, expulsiones, sospechas respecto a los inmigrantes; donde se ponen en cuestión las jubilaciones, las conquistas de la Seguridad Social;  donde los medios de comunicación están en las manos los ricos; cosas que nos habríamos negado a aprobar si hubiéramos sido verdaderos herederos del Consejo Nacional de la Resistencia”.
·         Hace preguntas pertinentes: Preguntas que pueden ayudar a tomar conciencia de la realidad. Se atreven a decirnos que el Estado ya no puede asegurar los costes de estas medidas sociales. Pero, ¿cómo puede faltar hoy el dinero para mantener y prolongar estas conquistas cuando la producción de riqueza ha aumentado considerablemente desde la Liberación, el período en que estaba arruinada Europa?
Junto a esas preguntas, se plantea las causas de retroceso que venimos experimentando en estos comienzos del siglo XXI. “Este retroceso, lo explico en parte por la presidencia americana de George Bush, el 11 de septiembre, y las consecuencias desastrosas que extrajeron los Estados Unidos, como esta intervención militar en Iraq. Tuvimos esta crisis económica, pero no iniciamos una nueva política de desarrollo. Lo mismo, la cumbre de Copenhague contra el cambio climático no permitió comprometer una verdadera política para la preservación del planeta”.  
·         Denuncia prácticas de injusticia y señala sus consecuencias:
  •  Los bancos privatizados se muestran sobre todo preocupados por sus dividendos y los altos salarios de sus dirigentes, no por el interés general. La brecha entre los más pobres y los más ricos nunca fue tan importante; y la competición por el dinero nunca estuvo tan animada”.”
  • La actual dictadura internacional de los mercados financieros amenaza la paz y la democracia” por lo que es necesaria “una insurrección pacífica contra el consumo masivo, el desprecio por los débiles y la competencia de todos contra todos”.
  • “El poder del dinero, que tanto combatimos, nunca fue más insolente y egoísta, con servidores en las más altas esferas del Estado”.
  • Identifica dos grandes desafíos: Lejos de un pensamiento único, su visión de la realidad le lleva a destacar desafíos: la inmensa brecha entre pobres y ricos que no deja de crecer y los derechos humanos y la salud del planeta.
  • “la inmensa brecha entre pobres y ricos que no deja de crecer. Es una innovación de los siglo XX y XX Ì. Los más pobres en el mundo de hoy ganan menos de dos dólares al día. No podemos dejar que esa brecha siga ampliándose aún más. Sólo este hecho ya debería generar un compromiso”.
  • “Los derechos humanos y el estado del planeta (...) No resisto las ganas de citar el artº 15 de la Declaración Universal de los Derechos humanos: “todo individuo tiene derecho a una nacionalidad”; el artº 22: “Toda persona, como miembro de la sociedad, tiene derecho a la seguridad social, y a obtener, mediante el esfuerzo nacional y la cooperación internacional, habida cuenta de la organización y de los recursos de cada Estado, la satisfacción de los derechos económicos, sociales y culturales, indispensables a su dignidad y al libre desarrollo de su personalidad”. Y si esta declaración tiene un alcance declarativo, y no jurídico, no por ello dejó de desempeñar un importante papel (...) ha sembrado los espíritus en su lucha por la libertad”.
·         Apuesta por el trabajo en red, la no violencia y el diálogo intercultural:
Ese trabajo en red  que ya sirvió para vencer al fascismo, puede sernos útil pues la amenaza que sigue viva. El texto recuerda la “reunión de todos los componentes de la Francia ocupada, los movimientos, los partidos, los sindicatos, para proclamarle su adhesión a la Francia combatiente” y también que “El nazismo fue vencido gracias al sacrificio de nuestros hermanos y hermanas de la Resistencia y las Naciones Unidas... Pero esta amenaza no desapareció totalmente y nuestra cólera contra la injusticia sigue intacta”.
Estoy convencido que el futuro pertenece a la no violencia, a la conciliación de las diferentes culturas. Es la vía por la que Ia humanidad debe salvar su próxima etapa”. “Llamemos siempre a una verdadera insurrección pacífica contra los medios de comunicación de masas que proponen como horizonte para nuestra juventud sólo el consumo en masa, el desprecio de los más débiles y de la cultura, la amnesia generalizada y la competición a ultranza de todos contra todos”. “Hay que preocuparse por la eficacia de no-violencia que encuentra en quien la suscita el apoyo, la comprensión, el respaldo de todos los que en el mundo son adversarios de la opresión”.
·         Invita esperanzadamente a la acción. “... un llamamiento a los ciudadanos, jóvenes y no tan jóvenes, a asumir la responsabilidad por las cosas que no funcionan en nuestra sociedad.”. Y entre esas cosas a lo largo del texto han ido apareciendo, recortes sociales, actitudes racistas con los inmigrantes, diferencias crecientes entre ricos y pobres, el tratamiento perverso a los sin-papeles, el estado lamentable del planeta, la locura desarrollista, la dictadura de los mercados financieros, etcétera.
En nuestro caso podríamos añadir algunos elementos a la lista, en base a las medidas que, bajo el paraguas de la izquierda, se vienen adoptando: las reducciones presupuestarias para jubilados y funcionarios, subida de precios del gas y la electricidad, incremento de la edad de jubilación, ayudas a los bancos, supresión de la ayuda de  400€ a los parados,... medidas contra los de abajo para favorecer a los de arriba.
“¡tomad el relevo, indignaos! Los responsables políticos, económicos, intelectuales, y el conjunto de la sociedad no deben resignarse ni dejarse impresionar por la actual dictadura internacional de los mercados financieros que amenaza la paz y la democracia”. Os deseo a todos, a cada uno de vosotros, tener un motivo de indignación. Es precioso. Cuando algo indigna, como yo me indigné con el nazismo, entonces nos hacemos militantes, fuertes y comprometidos”.
b)    Cosmovisión.
El librito explicita algunas convicciones filosóficas. Lo destaco porque vivimos, a mi entender, tiempos de analfabetismo político, incluso al interior de los propios partidos y sindicatos, en los que el neoliberalismo ha arrasado el bagaje cultural y hemos quedado desarmados ante la cultura dominante. 
Visión de la persona: “Sartre nos enseñó a decirnos: “sois responsables en cuanto individuos”. Era un mensaje libertario. La responsabilidad del hombre que no puede confiar en el poder o en un dios. Al contrario, hace falta comprometerse en nombre de su responsabilidad como persona humana”.
Visión de la historia: Optimismo que no ignora los riesgos. Esto es, realismo necesario para la acción, lejos del pragmatismo imperante:
·         Mi optimismo natural, que quiere que todo lo deseable sea posible, me llevaba hacia Hegel. El hegelianismo interpreta el devenir de la historia de la humanidad como poseedora de un sentido de la libertad humana progresando etapa a etapa. La historia se hace con choques sucesivos, es la toma de conciencia de sus desafíos. La historia de las sociedades progresa y, al final, el hombre alcanza su libertad completa, conseguimos el Estado democrático en su forma ideal
·         Conoce y valora la visión negativa, en concreto cita a Walter Benjamin: “El progreso hecho por la libertad, la competición, la carrera a « siempre más», esto se puede vivir como un huracán destructor”
Dimensión internacional de la realidad. Mantiene una visión global de la pobreza: “Los más pobres en el mundo de hoy ganan menos de dos dólares al día” y evoca los conflictos internacionales, en el caso de Palestina, sin dejarse llevar por el dictado oficial impuesto acerca del terrorismo tras el 11S: “hoy, mi principal indignación concierne a Palestina, a la franja de Gaza, a Cisjordania. Ese conflicto es fuente de indignación”. Describe Gaza como “una prisión a cielo abierto para un millón y medio de palestinos” y lamentándose afirma que “los judíos puedan perpetrar ellos mismos crímenes de guerra es insoportable”
Además de Gaza y Cisjordania, en el caso español podríamos hablar del pueblo saharaui, de las declaraciones realizadas por el gobierno con motivo del desalojo del campamento saharaui por tropas marroquíes, por la política pro-marroquí del gobierno, basada en intereses económicos, y que condena al Sahara al abandono absoluto, ..
Necesidad de un cambio de paradigma: Lo incluyo en este apartado pues no habla sólo de un cambio de modelo de desarrollo/crecimiento, sino que es una visión más amplia y profunda. “El pensamiento productivista, impulsado por Occidente, ha arrastrado al mundo a una crisis de la que hay que salir mediante una ruptura radical, con una huida hacia adelante del "cada vez más", en el campo financiero pero también en el de las ciencias y las técnicas”.
Concluye haciendo un llamamiento a mantener en alto la bandera de la «cólera intacta contra la injusticia», ya que «Crear es resistir y resistir es crear».
Los textos entrecomillados son citas del original, y responden a una traducción casera no exenta de posibles imprecisiones.

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